"Quizá el pecado
capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis
críticas, insisto, en esta sociedad del
privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la
desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga. Me consuela el haber atendido a mis pacientes
sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación
por los pobres, que viene de mis años lejanos"
Dr. Rene Favorolo
Fragmento de la carta escrita antes de su sucidio