lunes, 4 de agosto de 2014

El jandín de los cerezos




Chejov, Chejov. Desde el espacio infinito y desde un lugar en el paraíso, vos nos miras .
Tus obras, tus cuentos, tus palabras, nos acompañan.
Cuanto nos ayuda a "ver".

Tu aguda sensibilidad, tu conocimiento del hombre, del odio y del amor, de
tristezas y alegrías, de enfermedad y muerte, de separaciones y guerras.
Y siempre, le esperanza de une vida mejor.

Vos escribiste: “Le vida solo se concede una vez y hay que vivirla con valentía, con plena conciencia, disfrutando de su belleza 

Trabajamos para descubrir el esplendor invisible de tu teatro.
Tus textos son tan claros, ten definitivos, que rozan lo eterno.
Cuanta verdad hay e tu obra.
Te legado: la maravilla, el misterio.

¿Qué no daría yo por ser tu amiga?

Helena Tritek



Iluminado por el fuego



Regreso a la realidad. Amanezco iluminado por el fuego, a cien años de la primera guerra mundial el hombre sigue siendo el lobo del hombre.


El genocidio que sufre el pueblo palestino no tiene palabras para describirlo.


Una lluvia de muerte sobre la Franja de Gaza. Más odio imposible.







 




Terror, dolor, tragedia, asesinato, destrucción, maldad suprema, falta de dios,    no, no alcanzan, se acavaron las palabras todo está teñido de rojo, el suelo, el cielo de Palestina convertido en sangre ante el silencio cómplice de casi todo el mundo

El dolor de perderte

Solo una imagen, del amigo que salto de la vida y quedo en mi recuerdo.
La muerte nunca llega a la memoria.

Gracias Merlin por tanto amor mutuo en estos 15 años