No había pasado media hora de la llegada de la Presidenta al Salón de los Patriotas Latinoamericanos cuando ingresaron Carlotto y Bonafini, que se estrecharon en abrazos interminables con Cristina Kirchne. Las titulares de Abuelas de Plaza de Mayo y de las dos líneas de Madres pudieron darle un abrazo. “No llores porque me largo a llorar. Ya te escuché, dijiste que hay que trabajar fuerte, y vamos a trabajar fuerte”, le advirtió la Presidenta a Hebe de Bonafini, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Estela de Carlotto, de Abuelas, y Marta Vázquez, de Madres Línea Fundadora, le entregaron pañuelos blancos que Cristina ubicó sobre el féretro de su compañero. Luego de dejar la Casa Rosada por consejo médico, Hebe le escribió una carta a Kirchner. “Tu corazón seguirá latiendo en esta maravillosa juventud que con tu sabiduría encendiste”.
No hay honor mas grande que recibir un pañuelo blanco de las Madres
Poeta de Luna
Cassino, Rio Grande, Brasil, octubre de 2010
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