"El Asadito" es una película con una estructura fílmica sencilla; pero totalmente redonda. Todo inicia y termina en un asadito, lo que en Brasil seria un churrasco, alrededor del cuál se tejen las pláticas y se toman unas cervezas, de las que permiten arreglar el mundo. En la película, un grupo de siete amigos, más un inesperado visitante, se dan cita en la terraza del videoclub de Tito el gordo -un ex guerrillero.
Todo transcurre en la mañana, tarde y noche del 30 de diciembre de 1999; sólo restaban pocas horas para que se terminara el siglo, y el curso de sus vidas les daba la hora para que este grupo de amigos se preguntaran: ¿qué ha sido de nuestras vidas? ¿Qué carajos pasó con todo este tiempo? ¿Qué somos ahora, qué fuimos ayer? ¿Qué ha sido de nuestros países?
Estas preguntas van desfilando con maestría en medio de las verosímiles y cotidianas pláticas de los personajes, interpretados por magníficas actuaciones. La película, con una duración de una hora y poco más, es una obra cinematográfica que expone fielmente la sociedad argentina de finales del siglo pasado. La magia del guión se encuentra en los personajes y sus diálogos -narrativamente similar al cine de Woody Allen, sin perder de ninguna manera su originalidad latinoamericana; claro está.
Sin un narrador que lleve la trama, la cámara siempre subjetiva -pero no fatigante, es de alguna manera ese personaje que nos conduce a los rincones del encuentro en la terraza.
Las pláticas, eclécticas, que van desde Ricky Martin pasando por Fernando Pessoa, descansando en Menem, para terminar con Menotti, son un intercambio de visiones y posturas. Son diálogos originales y carentes de clichés. Es significativo que todos los personajes mantienen una visión; aunque cada uno de ellos inmiscuidos en un mismo contexto; y en este caso, en una misma serie de frustraciones. Frustraciones sólo redimidas por la amistad compartida.
"El Asadito" tal vez no da soluciones; pero si es de cierta forma una denuncia a la Argentina de estas épocas post dictatoriales. Es un film altamente dinámico e incluso divertido, una muestra más del potencial artístico argentino, que sin pretensiones, es realmente reflexivo y profundo, y con una unidad temática sólida.
En fin, una película que nos lleva de la comedia a la tragedia, para terminar en drama; de alguna manera, similar a la historia de estos países latinoamericanos.
lunes, 4 de julio de 2011
El Asadito de Gustavo Postiglione
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario