jueves, 9 de septiembre de 2010

La noción del límite



Hay finito e infinito porque hay límite.
Otra cosa resulta clara: si el límite es límite de algo, ese algo, de suyo, no es limitado.
Si no hubiese límite, la realidad sería infinita. Lo que decide primariamente en contra de la infinitud es el testimonio de los sentidos.
Si se da lo finito, ha de darse también el “límite de algo”, pues, aunque no se identifiquen, el primero requiere lo segundo. Ahora bien: ese algo no puede ser, a su vez, algo limitado.
Por consiguiente, el límite es lo determinante (lo que termina, limita, actualmente), de lo que antes llamábamos algo, pero que no puede ser considerado más que como indeterminación, siendo lo finito lo determinado (aquello que tiene límite).
La realidad no se deja explicar por las ideas, simplemente porque es una incongruencia el plantearse la existencia separada de un universal. Si toda realidad perceptible se presenta como limitada y si las mismas ideas también lo han de ser, toda realidad que se nos aparezca sensiblemente responderá a la estructura de un límite que limita a algo. Esta estructura de la realidad, señala Aristóteles, es la que aparece correlativamente en la predicación (Aristóteles llama expresamente al accidente límite de la substancia) y preferentemente en la definición. La definición esencial metafísica se cumple por medio del género próximo y la diferencia específica. La diferencia limita, y el género que se presente como indeterminado.
Con respecto al individuo, esto todavía es más claro: Individuum inaffabile. En el compuesto la forma limita a la materia y de este modo se repite de manera íntima lo que sucede en la definición.
Finito, limitado, equivale a lo que tiene un fin. Y el fin y bien se identifican. Entonces resulta que el Primer Motor, en cuanto es límite y el límite primero (último) y por excelencia, es también la explicación última y más fundamental que podemos dar de la realidad. Es el fundamento por excelencia.
Así como el límite es la principal explicación de lo limitado (pues la indeterminación no pasaría a existir de otro modo) también la condición de límite del Primer Motor es la explicación principal de toda realidad. Como es evidente entonces, el Bien (fin, límite) es la Causa causarum.
El ser, en cuanto límite último, es también fundamento radical. Bien es el nombre que recibe el ser en cuanto fundamento. Pero, precisamente porque es fundamento que no hace relación a lo fundamentado, no puede ser conocido como tal.

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