Son estos días tristes para todos nosotros. Quiso el destino que el ex presidente argentino y secretario General de la Unasur Néstor Kirchner nos dejara tan pronto y de forma repentina.Es un momento de dolor que comparto con todos los argentinos y con la familia Kirchner, representada por esta mujer y líder extraordinaria que es Cristina Fernández, cuya dignidad en el sufrimiento refleja, de manera conmovedora, las virtudes del pueblo argentino.Vine a Buenos Aires para despedirme de mi amigo Néstor, con quien compartí importantes momentos en la vida política. Encontré al país y a su pueblo consternado por el fallecimiento de ese gran hombre, ciertamente uno de los mayores líderes que la Argentina vio nacer en las últimas décadas de su historia.Tuve en Néstor un socio de gran coraje y un compañero de lucha en la defensa del bienestar y la integración de nuestros pueblos.Trabajamos juntos por la aproximación de nuestros países y sociedades. Dimos pasos históricos que consolidaron, en el marco de una nueva y profunda identidad de valores y aspiraciones, el entrelazamiento de la Argentina y del Brasil como países hermanos en el sentido pleno de la palabra.Arduo defensor de la integración regional, Néstor Kirchner enfrentó con su característica osadía el desafío de convertirse en el primer secretario general de la Unasur, ayudando a hacer de Sudamérica una región de paz y cooperación y un actor político global.Por su coraje, independencia, firmeza de propósitos y sentido de lealtad al pueblo argentino y sudamericano, la figura de Néstor Kirchner quedará para siempre registrada en nuestra memoria como fuente mayor de inspiración.Kirchner deja para la gran Nación Argentina un importante legado. Estoy seguro de que encontraremos fuerza para superar la sensación de tristeza y vacío de esta despedida en el semblante más esperanzado de los hombres y mujeres de este país que llevarán adelante, siguiendo la senda marcada por la obra de Kirchner, el proyecto de una Argentina libre, próspera, democrática y soberana. Una Argentina de paz y de muchas conquistas en lo social. A nosotros nos queda el mensaje de que debemos superar la inercia y las resistencias que, a lo largo de los 200 años de la vida política independiente, dificultaban los caminos de la unidad. De que es necesario superar las diferencias momentáneas y hacer de nuestra unión un objetivo estratégico a ser perseguido con tenacidad, transformando en realidad el sueño de nuestros próceres y libertadores. Estoy seguro de que la Argentina superará este momento difícil, así como supo hacerlo en otras encrucijadas de su historia. Es necesario saber honrar la memoria de Néstor Kirchner. Su sueño de soberanía, unidad y justicia social seguirá siendo nuestro norte.
Por Luiz Inácio Lula Da Silva
Publicado en el Diário Tiempo Argentino, 31 de octubre de 2010
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