jueves, 23 de septiembre de 2010

Apocalipsis Now


Apocalipsis Now es una adaptación muy libre de El Corazón de las Tinieblas. La idea de Milius era, en un principio, realizar una oda a la guerra y al militarismo - algo muy propio de él-, culminando con Kurtz y Willard como aliados, combatiendo el ataque aéreo que se menciona al final del film. En cambio Coppola lo transmuta completamente a lo opuesto, como un alegato anti belicista. El viaje de Willard es un descenso a los infiernos, algo más propio de la Divina Comedia de Dante, donde cada fase de la guerra es como uno de los anillos del Averno, y donde el avance hacia el interior solo sirve para descubrir peores cosas.
Es una visión demente y racista de la guerra. Uno puede ver que nadie está en sus cabales - desde Willard, absolutamente perdido en su cuarto de hotel y cuya única vida es la guerra; hasta los soldados haciendo surf en los ríos vietnamitas -. La manera en que obran va desde la despreocupación y el desdén por la vida humana, hasta la total abstracción en su propio mundo, todas actitudes de aceptación o rechazo frente a la masacre que los rodea. En general la mayor parte de los anillos de ese infierno termina por mostrar a los americanos como unos cretinos totales; desde el famoso Coronel Kilgore de Robert Duvall, que arrasa un pueblo entero con tal de poder surfear, hasta el festival Playboy - que es un centro comercial clandestino en plena selva -. Es demencia y es prepotencia. Sólo así se explica la fabulosa y terrible escena de la Cabalgata de las Valkirias, donde Kilgore extermina la aldea en su propio provecho.
Prácticamente todos los estamentos posibles de la guerra están visualizados en el film. Los soldados que viven drogados todo el tiempo; los nervios a flor de piel, que culminan con la matanza en el Sampán; el límite final con el puente sobre el río, donde absolutamente todos los soldados han perdido el juicio y disparan como locos a las sombras. Es caos puro y total.
En general las obras de los grandes directores suelen explicarse por sí mismas. Pasa lo mismo aquí con Coppola que con, por ejemplo, Kubrick. La narración cubre todos los aspectos posibles de la historia, sin demasiado margen para el análisis, y se viven en realidad como una experiencia. La dirección de Coppola es fantástica; comenzando por el largo y excelente clip de Willard en el cuarto de hotel, al ritmo de The End de The Doors, siguiendo por el carismático demente de Kilgore y llegando al clímax con Kurtz. La etapa final es directamente sicodélica - es como un estado mental masivo -. Kurtz se asume como sobrehumano, semi dios que debe cumplir su destino (al igual que Jesús) y acepta el sacrificio. También se puede interpretar que ha visto en Willard a un sucesor.
Si Apocalipsis Now tiene algunos peros, son menores. Estos pasan por Martin Sheen, que definitivamente no es el actor adecuado para el papel - le falta misterio, carece del physique du rol, y se ve como un enano, no como un asesino experto -. La elección original de Harvey Keitel debiera haber sido mucho mejor. La escena con el tigre es algo banal, y las secuencias con Marlon Brando se alternan entre lo brillante y lo incoherente. Mucho de sus diálogos son absolutamente improvisados, pero si bien encarna a un demente, le falta una pizquita de sal al personaje. Posiblemente tenga que ver con el enfoque que Coppola se vio forzado a tomar - el mostrar siempre a Brando aislado y en tinieblas, para no mostrar el exceso de peso del actor -, pero precisaba algunas reflexiones más sobre la guerra. Lo de Brando brilla cuando el actor se decide a interpretar las líneas del guión, como el excelente relato de los niños vietnamitas que fueron vacunados contra el polio. Y por supuesto la presencia molesta de Dennis Hopper, obviamente intoxicado y no actuando: una cosa es ver a un drogado real diciendo incoherencias, y otra es un actor interpretando a un drogado que dispara, entre sus locuras, reflexiones sobre la situación. Pero son detalles menores en vistas de la calidad final abrumadora del producto.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Tiempo

La parte mejor del hombre es la razón o como quiera que llamemos a aquella parte de nosotros que por naturaleza parece ser la más excelente y principal, y poseer la intelección de las cosas bellas y divinas; pues la razón es o algo divino o, ciertamente, lo más divino que hay en nosotros. Por tanto, su actividad -según la capacidad que le es propia, será la felicidad completa”

Aristóteles, Ética a Nicómaco


Es esta luna la del tiempo, la de los seres que sueñan
Es este sol la fuente de la vida
Es esta vida la fuente de la muerte
Será la ilusión un sueño
La realidad una ilusión
Será que esta aconteciendo la vida sin el vuelo,
De un pájaro asustado sediento en búsqueda de luz
Será que seré yo mismo el que esta aquí ahora, escribiendo
Deambula mi cuerpo por el mundo, deambula
Deambula mi mente entre millones de redes interiores
Deambulan mis neuronas
Las motoras que me movilizan
Las sensitivas que me placen
Ser en este lugar y en este tiempo
Ser es no ser cuando se es
Del sentido del ser del ser ahí y ahora
No podrá mi alma con la pena, ni la pena con mi alma
No podré cargar en mis hombros todo el dolor del mundo
Abruman los recuerdos, abruma el tiempo, abruma el ser
Soy un pequeño hombre sin tiempo
Es la humanización del mi dialéctica
Porque la humanidad da sentido al tiempo vivido y al tiempo futuro
Tiempo futuro como última palabra de sabiduría
Será la ilusión un sueño
La realidad una ilusión
Me desvela la naturaleza temporal del ser
Derivada de la naturaleza fundamental del advenir respecto al ente
Es ese ente el que se produce
Es ese ente en que se produce como presencia del amor continuo
Es ese amor que esta en mí que justifica al mismo ente y al ser
Es ese amor que justifica el tiempo, presente pasado y futuro
Roto el amor se abra roto el ser, el ente y el tiempo

Poeta de Luna

Cassino, Agosto de 2009

Visión


Sentimientos perdidos


Pensamiento


El pensamiento herido


Interior


Exterior


Asociación


Camino de los sentidos


Furia de Mar


Amanecer en Cassino







Cuerpos


martes, 21 de septiembre de 2010

Novecento -1900


A história da recepção argentina de 1900 (Novecento, 1976), de Bernardo Bertolucci, é curiosa. O filme, concebido com oito horas de duração, chegou mutilado pelos produtores. Além disso, veio em duas partes, que estrearam em épocas diferentes. Havia outro fator contra. Como o Argentina vivia sob ditadura, a censura incumbiu-se de picotar ainda mais a obra. Alguns críticos falam também da baixa qualidade das cópias que os laboratórios entregaram. O baixo nível da maior parte das salas de exibição da época fez o resto do serviço.
Mesmo assim, dando todo esse desconto, a maior parte dos críticos apontou falhas graves no épico do diretor. Acusaram-no de simplismo político e maniqueísmo. Uma visão superficial, que fazia de camponeses heróis sem mácula e de proprietários, perversos dignos de Belzebu. Certo, admitiam a fotografia superlativa de Vittorio Storaro. Viam também qualidades num elenco que incluía Gérard Depardieu, Robert De Niro, Donald Sutherland, Burt Lancaster, Sterling Hayden, Dominique Sanda, Stefania Sandrelli. Mas nem toda essa galáxia podia salvar a epopeia do desastre. Ou, pelo menos, da relativa decepção que provocou em sua estreia.
Daí a importância do lançamento em DVD duplo de uma versão de 5h14, pela Cinemax, que, se não é aquela que o diretor projetava, pelo menos se aproxima desse ideal. A cópia tem boa qualidade. Nela estão preservadas as cores de Storaro, em seu diálogo com a pintura italiana. Novecento é filme feito para cinema, um espetáculo de primeira, independentemente do que digam os críticos de ontem e de hoje. Mas mesmo em tela pequena funciona.
Mas, claro, um filme não é apenas a sua proposta visual, nem a sua grandiosidade formal. Esse aparato deve ser visto como bem-sucedido se souber dar corpo a uma ideia e seu desenvolvimento. E, nesse ponto, é preciso lembrar que, com Novecento, Bertolucci procurou esboçar nada mais nada menos que um gigantesco painel do século 20, do início até a sua metade, no encerramento da 2ª Guerra. Não se trata de periodização arbitrária. Ela obedece àquela que é, até hoje, a grande preocupação do cineasta e de muitos artistas italianos - a pesquisa das raízes que tornaram possível o nascimento e permanência do fascismo na Itália.
Se o fascismo é a preocupação recorrente de Bertolucci, nada mais natural que ele fosse em busca de suas raízes. Daí o painel, cujo esboço começa com a oposição entre latifundiários e camponeses no início do século e o acirramento de posições entre uns e outros. Os apelos do comunismo de um lado e os do fascismo de outro, com as posições sendo progressivamente enrijecidas pelo conflito. Essa “ideia” cinematográfica ganha corpo na história dos dois meninos que crescem juntos, separam-se e depois voltam a se encontrar. Olmo, o filho dos camponeses; Alfredo, o filhos dos latifundiários. Amigos, rivais, inimigos. Inseparáveis. Uma Itália contra a outra. Amando-se e odiando-se, conforme a circunstância, pessoal ou histórica.
Parece ser nessa dialética da convivência entre contrários que Bertolucci pensa, para armar a sua teoria de uma Itália permanentemente dividida - como é até hoje, sob um governo apoiado pela maioria e desprezado pelo resto da população. Dois países que se odeiam. Essa impossibilidade de conciliação em torno de um projeto comum talvez esteja na origem da permanência de práticas autoritárias, mesmo que no seio de um país democrático. É a tentação do fascismo, que ele examina em outras obras, talvez melhores e por isso menos polêmicas que Novecento: A Estratégia da Aranha (1970), tirada de um relato de Borges, e O Conformista (1971), adaptado de um romance de Moravia.
Mas se em O Conformista e A Estratégia da Aranha a análise é mais pontual, e portanto mais precisa, em Novecento, ele se viu obrigado a trabalhar com a dimensão do painel imenso. E, por isso, várias vezes perde o foco, o que pode ser, talvez, a principal objeção ao filme. Bertolucci atravessa metade de um século convulsivo, passa por greves e manifestações, enfrenta as duas guerras mundiais que traçaram o perfil geopolítico do século passado e, em boa medida, o deste também. É muita ambição. E a verdade é que, por vezes, a trama se perde em meandros e desdobramentos folhetinescos. Se a crítica da época do lançamento comercial, nos anos 1970, podia se queixar dos cortes abruptos, obra dos produtores aliados aos censores, nós podemos fazer reparos a certa prolixidade. Ainda assim, visto sem preconceito, o filme parece muito orgânico.
E talvez num sentido que pode ter escapado à época. Bertolucci não se limita à escritura política. Procura aliar a análise histórica à ferramenta psicanalítica, na tentativa de captar o homem em sua inteireza, tanto quanto isso é possível: como um ser da história e como sujeito do inconsciente. Ou seja, perdido entre forças que o dominam, o ultrapassam e que ele não compreende por inteiro. Daí, talvez, que o suicídio do senhor de terras seja menos caricato do que foi apontado na época. O velho proprietário, sentindo-se no fim da vida, ainda tenta seduzir uma ninfeta filha de camponeses, no interior do seu estábulo. Um último suspiro de uma libido apagada. Sentindo-se impotente para concluir o ato, manda a menina embora, não sem antes ordenar que ela avise os camponeses que o patrão havia morrido, mas que a festa deles devia continuar.
A sequência toda nada tem de caricata; pelo contrário, é magnífica, desde que se entenda a impotência no sentido tanto físico e psicológico quanto histórico, de percepção de fim de um ciclo. Impossível não lembrar do mesmo Burt Lancaster em O Leopardo, no papel do Príncipe de Salinas, que adivinha sua morte pessoal e o fim da classe social a que pertence no romance de Tomazzo di Lampedusa, adaptado ao cinema por Luchino Visconti em 1963.
Esse diálogo entre obras e cineastas ocupa as entrelinhas de Novecento e representa, quem sabe?, menos uma análise política realista que o desejo do homem de esquerda Bernardo Bertolucci. Talvez ainda em meados dos anos 70 ele pudesse vislumbrar, com dificuldade, o velho sonho socialista de morte de uma classe e ascensão de outra. Bertolucci também não tinha qualquer preocupação pela imparcialidade no tratamento e confronto das duas classes. Suas simpatias tinham lado claro e não fazia parte do seu projeto artístico escondê-las. Por tudo isso, pelo que tem de beleza plástica, psicológica e histórica, e também por esse encantador aroma das ilusões perdidas, Novecento é um filme a ser revisto. E com imenso prazer.

Campos de sorgo


Refugio para el amor (The Sheltering Sky)


Logo após o final da 2ª Guerra Mundial Kit (Debra Winger) e Port Moresby (John Malkovich), um casal de americanos que vive em Nova York, viajam para a África. Eles não se consideram turistas mas viajantes, pois o turista quando chega já pensa em voltar, enquanto o viajante pode nem voltar. George Tunner (Campbell Scott), um amigo do casal e turista os acompanha. Kit e Port esperam que novas experiências lhes dê um novo rumo na vida, reconstrua o amor e preencha suas vidas vazias, pois a relação está em crise e se algo não acontecer o casamento tende a acabar. Os dois tem uma discussão e Kit não quer sair, assim Port fica vagando e um desconhecido, Smail (Ben Smail), puxa conversa e lhe oferece uma prostituta, Mahrnia (Amina Annabi), com quem Port fica algumas horas. Acontece que além desta profissão ela é uma ladra e rouba a carteira de Port, que a recupera e faz a besteira de mostrar para ela que tinha recuperado a carteira. Ela então dá um sinal e Port é perseguido e roubado por uma turma. Só no dia seguinte chega ao hotel, quando Kit e George se preparavam para sair. Logo Kit e Port teriam outro desentendimento, pois vão para Boussif e um casal, que é hóspede no mesmo hotel, os convidou para irem no Mercedes deles, que é mais rápida, confortável e segura que o trem. Mas há pequeno problema: só dois poderão ir. Port insiste que deixem George e aproveitem o convite, mas Kit não cede e vai de trem com Tunner, enquanto Port viaja sozinho com o casal, que tem uma conversa pouco agradável. Mas George tratou de relaxar Kit, pois levou várias garrafas de champanhe para tornar o trajeto mais agradável. No dia seguinte, já em Boussif, Kit acorda por volta do meio-dia nua e vê George despido ao seu lado. Isto a deixa em pânico, mas Port já tinha pressentido que algo estava acontecendo.
A fotografia avermelhada (em especial nas cenas do hotel) são muito inteligentes, pois tenta (e consegue) passar a sensação do calor que eles estão sentindo na África. Bertolucci é genial! É um dos filmes mais antropológicos que conheço (estilo que Bertolucci já vinha desenvolvendo com "O último imperador"), mostrando as diferentes culturas existentes no mundo, o modo de vida das diferentes sociedades, tudo de maneira bem simples para o povo conseguir entender.
Assisti a esse filme há anos e vi novamente, ele tem uma paisagem, história, uma coisa inexplicável que impressiona. É um grande clássico!

Dormitando en la montaña


sábado, 18 de septiembre de 2010

Una Película: El Rati Horror Show


Hoy se estrena una película importante de ver y difundir. Que muestra cómo funciona la Policía y el Poder Judicial. Un caso de gatillo fácil, pero que a diferencia de otros, tiene a su víctima cumpliendo condena. Para trabajar en las escuelas, los barrios, y por supuesto para concientizar sobre la importancia de organizarnos para combatir injusticias y construir un país con justicia social.
Que la policía dista de ser la institución que nos da seguridad no es ninguna novedad. Que están mal formados y que no existe un órgano de control real, tampoco es noticia alguna. Que están aplicando la pena de muerte de manera encubierta y que el poder judicial termina gatillando nuevamente sobre la víctima, es una realidad que en estas breves líneas se intenta comenzar a desarrollar a partir de un caso de película.

La policía es el brazo ejecutor del poder judicial. Todas las medidas que los jueces penales determinan, son realizadas por la misma fuerza. Desde notificar a un testigo y tomarle declaración hasta hacer tareas de inteligencia o realizar pericias.Cuando un juez necesita algo, se lo solicita a la policía. Incluso en muchas oportunidades, solicitan medidas de prueba sabiendo que no cuentan con presupuesto para ello y se realizan sin que nadie se pregunte de donde salen los recursos.El poder judicial, al estar tan estrechamente vinculado a las labores policiales, se desentendió de su rol de contralor. Es muy difícil, para no decir imposible, controlar a alguien al que necesitas a diario.Les cuento que estas líneas se escriben desde la militancia cotidiana de un barrio humilde y continuamente marginado de la Ciudad de Buenos Aires, donde la vida cada día vale menos y se mata más. Siempre con el aval del poder judicial y la resistencia de vecinos que se organizan y siguen intentando transformar la lógica de que algunos deben morir.Fernando Ariel Carrera, está injustamente preso hace 5 años y medio. Víctima de la arbitrariedad policial (brigadas sin identificación comisarías 34 y 36), le dispararon sin preguntar, lo dejaron inconsciente. Con su coche fuera de control, atropelló mucha gente, quitándole le vida a tres personas. Luego la policía para evadir su responsabilidad, le disparó a matar. Su vehículo termino con dieciocho disparos y su cuerpo con ocho.
Sorprendentemente, no murió.
Por Federico Ravina

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El aire que voy a respirar


Charles Darwin: A 150 años de la publicación del “Origen de la Especies”

El 24 de noviembre de 1859 se publico una obra que conmociono a la comunidad científica de la época y cambio definitivamente la interpretación del las ciencias naturales me refiero al “origen de las especies”. La repercusión das esta obra fue enorme, con mucha razón se ha dicho que fue el libro que sacudió el mundo. En su primer año se vendieron 3.800 ejemplares y durante la vida de Darwin solo de las ediciones inglesas se vendieron 27.000 ejemplares. Pero en realidad solo en nuestra época han comprendido los historiadores la importancia y la influencia que tuvo sobre la ciencia y sobre la sociedad toda. La visión del mundo que tenia cualquier persona en el mundo occidental después de la publicación del “origen de la especies” fue necesariamente muy diferente de la visión del mundo antes de 1859.
Darwin fue un sabio, en el sentido más estricto de sabiduría, sabiduría propia del racionalismo humano y no del aprendizaje formal. Darwin no estudio en forma completa ninguna carrera universitaria, es decir, no obtuvo un tituló de grado. En 1825 realiza un intento fallido de estudiar medicina en la Universidad de Edimburgo por consejo, casi mandato de su padre el medico Robert Darwin. Darwin siente claramente que las clases lo aburren o le disgustan y casi no asistes a ellas. Su padre, viendo que su hijo rechaza la medicina en 1828 le propone la carrera eclesiástica y lo envía a la Universidad de Cambridge y fue allí un estudiante tan mediocre como en Edimburgo.
Sin embargo en esta ocasión recibió la influencia de algunos profesores que continuaron siendo sus amigos durante mucho tiempo: el botánico John Henslow y el geólogo Adam Segdwick y William Whewell, por ese entonces profesor de mineralogía que luego habría de ocupar una cátedra de filosofía. Por fin siguiendo los consejos de Charles Lyell no estudia, como ya mencione, ninguna carrera universitaria.
El genio de Darwin era de índole creativa más que del tipo que rinde éxitos escolares. No se destacó en la escuela, donde se acordaban galardones a los alumnos diestros para escribir versos en griego o latín o para habérselas con las dificultades de la geometría euclidiana. Era un rico victoriano cuyos estudios se limitaron a la titulación de “subgraduado en teología”, y al que su desocupada vida le llevó, mediante la observación de ganaderos y criadores de palomas de su entorno, a la “genial idea” de que, al igual que los ganaderos seleccionan características generalmente anormales, producidas “al azar” en sus animales, en función de sus intereses, la Naturaleza seleccionaría a los seres vivos “más adecuados”.
Darwin se llevó bien con ese grupo que conoció en la Universidad de Cambridge, no sólo por sus intereses científicos sino porque en esa época él mismo no abrigaba dudas con respecto a las verdades de la Cristiandad ni a los treinta y nueve artículos de la fe, que debían aceptar todos los que pertenecían a la iglesia estatal. Evidentemente, Darwin genero una muy buena impresión pues en 1831 y tuvo la oportunidad de pasar varios años a bordo del Beagle, buque de la armada británica encargado de levantar mapas de la costa sudamericana. Darwin postergó su carrera eclesiástica proyecto que nunca abandonó formalmente y se fue esfumando con lentitud y pasó cinco años en el barco, con el que terminó por circunnavegar el globo, antes de volver a Inglaterra en el otoño de 1836. En un comienzo, su lugar en el buque era el de compañero del capitán, pero pronto se transformó en el naturalista de a bordo: dedicó mucho tiempo al estudio de la fauna y la flora de las tierras que recorrió y envió a su patria riquísimas colecciones de especimenes para que los especialistas de cada ramo los estudiaran. Se debe tener en cuenta que Darwin fue convocado a hacer ese viaje por el capitán de la armada británica Robert Fiz-Roy quien requería de un naturalista para que diera fundamente científico al Génesis Bíblico.
El 27 de diciembre de 1831, el Beagle, llevando a Darwin, sale de Devonport, para regresar recién el 2 de octubre de 1936 a Falmouth.
En ese viaje Darwin visito las islas de Cabo Verde, paso unos meses en Brasil, San Pablo, Fernando Noroña, Bahia y Rio de Janeiro. En dos años bordeo las costas este y sur de América a partir de los países rioplatenses. Darwin recorrió Uruguay y Argentina en esta última llego desde la patagonia a Buenos Aires, recorrió más de 600 kilómetros a caballo desde la localidad de Bahía Blanca a la ciudad de Buenos Aires atravesando la pampa cruda de la época. Escalo montañas y cerros, remonto ríos como el Río Chubut desde la meseta patagónica hasta la Cordillera de Los Andes, visito Tierra del Fuego y las Islas Malvinas. Permaneció más de un año en Chile y en Perú subió a Los Andes peruano y de allí viajo a las Islas Galápagos (Ecuador) donde se realizo observaciones de suma importancia para su obra futura, continuo a Tahití, en Nueva- Zelanda, en Australia, en Tasmania, en la islas Keeling, en la isla Mauricio, en Santa Elena, volvió a Brasil y finalmente a la Azores de donde regreso a Inglaterra.
Pero Darwin conoció otras cosas en su viaje, cuestiones de índole humanístico, que le hicieron dudar de la cacareada libertad esgrimida en Europa e incluso de sus creencias religiosas, tal vez lo que más le impresiono fue el haber vivido de cerca la esclavitud en Brasil y la servidumbre de los esclavos en Argentina, este hecho impacto fuertemente en su vida posterior, es muy factible que la esclavitud comenzó a alejarlo del espíritu cristiano ya que descubrió que aquellas premisas implícitas los treinta y nueve artículos con respecto a las verdades de la Cristiandad que aprendió en su paso por la Universidad de Cambridge. La cuestión básica era: si no es verdad lo esencial, como por ejemplo que todos los hombres son iguales ante Dios y sus leyes, porqué seria verdad que Dios habría creado el mundo y a todos los seres viviente en el?, la peleas con Fiz-Roy (religioso radicalizado) sobre este tema demuestras que esta posibilidad puede ser cierta, incluso el capitán del Beagle en una oportunidad lo amenazo con bajarlo del barco si no se retractaba de sus dudas.
Darwin escribe a Fitz-Roy en 1831 con respecto a su viaje en el Beagle “Mi segunda vida comienza en este instante. Hoy es el día de mi nacimiento para el resto de mi existencia” y luego de casi 75 años en su autobiografía escribe: “El viaje en el Beagle ha sido, con mucho, el acontecimiento más importante de mi vida y el que ha determinado mi carrera entera”.
El método de Darwin era en realidad el método sancionado por el tiempo, de los mejores naturalistas. Observan numerosos fenómenos y siempre tratan de comprender el cómo y el porqué de sus observaciones. Cuando algo no encaja inmediatamente en su sitio, hacen una conjetura y la comprueban con observaciones adicionales que conducen bien a la refutación o bien al reforzamiento de la hipótesis inicial. De esta forma Darwin ordenó sus colecciones y las envió a varios especialistas, un ejemplo claro de esto fue cuando el celebre ornitólogo John Gould insistió en que los pinzones recolectados en tres diferentes islas de las Galápagos eran tres especies distintas, y no solo variedades como Darwin había pensado, éste comprendió por ves primera el proceso de especiación geográfica, que una especie nueva puede formarse cuando una población queda aislada geográficamente de su especie parental.
Por lo dicho los procedimientos aplicados por Darwin en sus análisis no se ajustaban bien a las prescripciones clásicas de la filosofía de la ciencia, ya que consisten en un continuo ir y venir entre la realización de observaciones, el planteamiento de preguntas, la formulación de hipótesis o modelos, la comprobación de los mismos mediante ulteriores observaciones y así sucesivamente.
Al regresar a Inglaterra Darwin puede trabajar pacientemente y publicar sin prisa, emplea su tenacidad y es capaz de examinar una cuestión durantes años solo basta recordar que tardo 22 años para escribir “el origen de las especies”.
Cual fue el motivo por el cual Darwin tardo tanto el publicar este libro, podemos evaluar por lo menos dos, una de tipo científico y otra de tipo personal. Lo científico indica que Darwin pasó esos años haciendo algunas investigaciones, sus experimentos no eran finos, sino recios, nuevos, ligados a una idea directriz y tenazmente proseguidos y modificados. Uno de los más trascendentes fue su monumental monografía en dos volúmenes sobre los cirrípedos. Realmente Darwin no perdió el tiempo antes de publicar, las investigaciones históricas de Ghiselin (1969) han mostrado claramente que el estudio sobre los cirrípedos fue para Darwin un curso de especialización avanzado de taxonomía, morfología e investigación ontogénica. La experiencia obtenida en estas investigaciones fue una preparación inapreciable para poder escribir el “origen de las especie”.
Lo personal pasa sin duda por lo religioso y lo social, en una Inglaterra victoriana negar el creacionismo no era cosa fácil. El hecho de que Darwin piense y escribe un mecanismo del origen de las especies por medio de la selección natural implica rechazar todo las influencias religiosas en su vida. Recordemos que a sus 20 años el era un típico creyente y estudiante de teología él leyó el libro de William Pale “Natural Theology”. Darwin supo que su teoría era transparente agnóstica y materialista en fin una bomba que suelta en esa sociedad victoriana podría minar la fe de personas en Dios, la Biblia, y la Iglesia.
En abril de 1856 Darwin comenzó a redactar lo que consideraba su gran libro sobre las especies. Dos años más tarde recibió una carta del naturalista Alfred Russel Wallace acompañada de un manuscrito que Wallace pedía a Darwin que leyera y lo enviara a alguna revista científica si lo consideraba aceptable. Cuando Darwin leyó el manuscrito quedo conmocionado, Wallace había llegado a la misma conclusión del origen de las especies que el. Alentado por Charles Lyell y Joseph Hooker finalmente se decidió a escribir la monumental obra que fue “el origen de la especies”.
Pero su obra estallo como una bomba, como el mismo sabia que sucedería. El ambiente entre los biólogos era tal que, en 1844, escribiendo a su amigo Joseph Hooker y confesándole que las especies no son inmutables “Siento como si estuviese confesando un crimen”.
El sólo pretendía explicarse, de una manera bastante simple, cómo una especie se podría convertirse en otra. La clave de la coronación de semejante simpleza en poder universal, del “azar” y la competencia como entes rectores de la Naturaleza, está en los textos de dos de los padres de la economía liberal clásica, Herbert Spencer y Robert Malthus, cuyas respectivas máximas supervivencia del más “adecuado” y lucha por la existencia aplicadas a “sus” conceptos de la sociedad, constituyen los fundamentos “científicos” de la obra de Darwin. Tal como él mismo explica sobre su “teoría”: Es la doctrina de Malthus aplicada con multiplicada fuerza al conjunto.
Todo lo mencionado sugiere algunas bases de la grandeza de Charles Darwin. La universalidad de sus talentos e intereses lo había preadaptado para convertirse en un constructor de puentes entre distintos campos. Esto le permitió usar su formación de naturalista para teorizar sobre algunos de los problemas más desafiantes que excitan nuestra curiosidad. Darwin fue completamente audaz en su teorización. Una mente brillante, una gran audacia intelectual y una habilidad para combinar las mejores cualidades de un naturalista observador, un teórico filosófico y un experimentalista, una combinación que el mundo ha conocido hasta ahora solo una vez, y fue en el hombre Charles Darwin, por sobre todo una persona y un científico ético y honesto.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Los Andes


Vivo en Brasil, soy profesor de la Universidad Federal De Rió Grande, sigo a Los Andes por Internet. Tengo 55 años a los dos años de edad fui a vivir Lomas de Zamora en la calle Sucre y Molina Arrotea. Siempre llevo dentro de mi la impronta del club de mis amores, ese que me vio crecer, por donde camine mi infancia y mi adolescencia, reconozco sus lugares mas recónditos hasta recuerdo los olores de las tardes en la cancha, camine por su cede, por su césped juegue al basque y tuve un entrenador de lujo el profesor Canaro. Me recibí de medico en 1976, las cosas de la vida y del país me alejaron de Lomas y de la Argentina, pero nunca de Los Andes. Hoy soy todo un profesional, investigador, me llaman profesor y nada me importa estoy emocionado, llorando como ese niño que quedo en Lomas hace ya muchos años, Los Andes gano y subió a la B Nacional, para mi es más importante que boca, del que toda mi familia es hincha, más importante aún que la misma selección argentina que por supuesto quiero siempre que gane, pero esas son cuestiones deportivas. Los Andes es parte de mi identidad de mi ser, yo me crié alrededor de la cancha d e Los Andes viví los años más felices de mi vida junto a esa institución, es más que una cuestión deportiva, es parte de la vida de uno, la vida que deja marcas definitivas y Los Andes dejo una profunda marca llena de luz en mi alma.

La noción del límite



Hay finito e infinito porque hay límite.
Otra cosa resulta clara: si el límite es límite de algo, ese algo, de suyo, no es limitado.
Si no hubiese límite, la realidad sería infinita. Lo que decide primariamente en contra de la infinitud es el testimonio de los sentidos.
Si se da lo finito, ha de darse también el “límite de algo”, pues, aunque no se identifiquen, el primero requiere lo segundo. Ahora bien: ese algo no puede ser, a su vez, algo limitado.
Por consiguiente, el límite es lo determinante (lo que termina, limita, actualmente), de lo que antes llamábamos algo, pero que no puede ser considerado más que como indeterminación, siendo lo finito lo determinado (aquello que tiene límite).
La realidad no se deja explicar por las ideas, simplemente porque es una incongruencia el plantearse la existencia separada de un universal. Si toda realidad perceptible se presenta como limitada y si las mismas ideas también lo han de ser, toda realidad que se nos aparezca sensiblemente responderá a la estructura de un límite que limita a algo. Esta estructura de la realidad, señala Aristóteles, es la que aparece correlativamente en la predicación (Aristóteles llama expresamente al accidente límite de la substancia) y preferentemente en la definición. La definición esencial metafísica se cumple por medio del género próximo y la diferencia específica. La diferencia limita, y el género que se presente como indeterminado.
Con respecto al individuo, esto todavía es más claro: Individuum inaffabile. En el compuesto la forma limita a la materia y de este modo se repite de manera íntima lo que sucede en la definición.
Finito, limitado, equivale a lo que tiene un fin. Y el fin y bien se identifican. Entonces resulta que el Primer Motor, en cuanto es límite y el límite primero (último) y por excelencia, es también la explicación última y más fundamental que podemos dar de la realidad. Es el fundamento por excelencia.
Así como el límite es la principal explicación de lo limitado (pues la indeterminación no pasaría a existir de otro modo) también la condición de límite del Primer Motor es la explicación principal de toda realidad. Como es evidente entonces, el Bien (fin, límite) es la Causa causarum.
El ser, en cuanto límite último, es también fundamento radical. Bien es el nombre que recibe el ser en cuanto fundamento. Pero, precisamente porque es fundamento que no hace relación a lo fundamentado, no puede ser conocido como tal.

Etica y Tecnología

No hay destino mejor para el hombre que el de desempeñar
cabalmente su oficio de hombre

Anónimo


El hombre, desde niño, busca lo agradable y evita lo desagradable. Busca el placer y evita el dolor. Este nivel de placer instintivo es normal entre aquellos niños y adultos que no recibieron una educación que les haya mostrado otros valores superiores. Y también es normal cuando uno escoge una diversión, pasatiempo o tema de conversación, ya que este nivel sirve como orientación en muchos casos legítima. El problema o el error, por así decirlo, surge cuando se llega a los extremos, es decir, al uso exclusivo de este nivel en cualquier situación de la vida, o a su eliminación absoluta, como si el placer fuera algo malo. Por el contrario, sin duda alguna, el placer es un valor, ya que busca la satisfacción de las necesidades vitales del ser humano.
La existencia de las normas morales siempre ha afectado a las personas. Desde pequeños captamos por diversos medios la existencia de dichas normas, y de hecho, somos afectados por ellas en forma de consejo, orden o, en otros casos, obligación o prohibición, pero siempre con el fin de orientar e incluso determinar nuestra conducta. Ante un mismo acto, existe siempre diversidad de opiniones, cuando para algunas personas un acto es correcto, para otras es inmoral, por ejemplo el divorcio, el aborto o la eutanasia. La pregunta que normalmente se hace una persona que rige su conducta basándose en las normas morales es: ¿cuál es el criterio para escoger una norma o la contraria? En este contexto la ética y la moral comprenden la disposición del hombre en la vida, su carácter, costumbre y moral. Podríamos traducirla como el modo o forma de vida, en el sentido profundo de su significado.
A lo largo de su historia, el hombre ha generado un asombroso desarrollo científico y tecnológico. La tecnología constituye una variable en la vida de los hombres que influye en forma significativa sobre su organización social y su vida personal.
El impacto tecnológico sobre la sociedad humana ha modificado indudablemente el desarrollo de la vida de los individuos que la componen. Todos los hombres y sus organizaciones utilizan alguna forma de tecnología para ejecutar sus operaciones y realizar sus tareas. Hoy podríamos decir que casi toda la actividad humana depende de un tipo de tecnología o de una matriz de tecnologías para poder funcionar y alcanzar sus objetivos.
Desde un punto de vista puramente administrativo, se considera a la tecnología como algo que se desarrolla predominantemente en las organizaciones, en general, y en las empresas, en particular, a través de conocimientos acumulados y desarrollados sobre el significado y la ejecución de tareas, y por sus manifestaciones físicas consecuentes (máquinas, equipos, instalaciones). Éstas constituyen un enorme complejo de técnicas utilizadas en la transformación de los insumos recibidos por la empresa en productos o servicios, o sea, en resultados.
La tecnología puede estar o no estar incorporada a los bienes físicos. La tecnología incorporada está contenida en bienes de capital, materias primas básicas, materias primas intermedias o componentes terciarios. La tecnología no incorporada se encuentra en las personas (técnicos, peritos, diversos profesionales) bajo formas de conocimientos intelectuales u operacionales, facilidad mental o manual para ejecutar las operaciones, o en documentos que la registran y observan con el fin de asegurar su conservación y transmisión.
La tecnología puede ser definida como una actividad socialmente organizada y planificada que persigue objetivos conscientemente elegidos y de características esencialmente prácticas. Participa profundamente en cualquier tipo de actividad humana, en todos los campos de actuación. El hombre moderno utiliza en su comportamiento cotidiano -y casi sin percibirlo- una avalancha de contribuciones de la tecnología: el automóvil, el reloj, el teléfono, las comunicaciones, por mencionar sólo algunas. A pesar de que exista conocimiento que no pueda ser considerado conocimiento tecnológico, la tecnología es un determinado tipo de conocimiento que es utilizado para transformar elementos materiales, materias primas, datos, información en bienes o servicios, modificando su naturaleza o sus características.
La tecnología tiene influencia sobre la vida de los hombres en dos formas: puede ser considerada como una variable ambiental y externa, y como una variable organizacional e interna. A lo largo del siglo XX, la tecnología ha evolucionado en relación cada vez más estrecha con el desarrollo del conocimiento científico. Esto ha tenido consecuencias importantes. Por una parte, la ciencia se ha instalado -incluso institucionalmente- en las empresas de producción industrial, y eso ha hecho que cambie profundamente la organización de la investigación, y en cierto modo la naturaleza del conocimiento científico y de los problemas filosóficos que plantea su desarrollo.
La influencia de la tecnología sobre la vida humana requiere indefectiblemente de la ética, ya que nos aporta la máquina, el conocimiento de su funcionamiento. Por ejemplo, podemos acceder a un automóvil que técnicamente pueda desarrollar una velocidad de 200 Km. por hora, pero está en nosotros decidir cuándo podemos acelerar y cuándo debemos disminuir la velocidad para no poner en riesgo la vida de terceras personas ni la nuestra. La ética determina la manera en que actuamos, es decir, la forma en que asumimos responsablemente las consecuencias de nuestros actos. Tiene por referente las categorías del bien y del mal. Nos invita a reflexionar sobre todo lo que ayuda a la realización auténtica de la persona, y a rechazar lo que impide esa realización auténtica.
El objetivo de este trabajo es, por un lado, hacer un análisis de la relación entre la ética, la ciencia y la tecnología, teniendo en cuenta que están asociadas a la vida de las personas. Por otro lado, y dentro de este contexto, tratar de comprender si, como sostienen los positivistas, la ciencia y la tecnología tienen su propia ética, o, como sostienen autores como Heidegger, la ciencia y la tecnología no poseen criterios éticos. La ética pertenece a la filosofía, en la misma medida en que la filosofía se refiere en forma genuina a la realidad. La ciencia y la tecnología no establecen criterios éticos por la misma razón por la que no se refieren a la realidad de un modo genuino, sino mediante la transformación de los conceptos en parámetros técnicos.
En varios círculos intelectuales, se dice que la modernidad está finalizando; sin embargo, sólo podríamos aceptar que esa supuesta extinción ocurre exclusivamente en tales círculos, y en otros semejantes, con la fuerza que hace imaginar ese aserto. El núcleo de las sociedades occidentales sigue siendo moderno. Más aún: cabe afirmar que en nuestro tiempo la modernidad está en su apogeo, habiendo, frente a ella, meras reacciones débiles en el plano propiamente colectivo.
El siglo XXI clama por una ciencia profundamente humanizada, basada en enfoques sistémicos altamente integrados. Ese es un dictado que proviene de las propias características que ha venido adquiriendo el desarrollo de las ciencias y del conocimiento. Se trata de saltos del saber en casi todos los campos de la actividad científica. Esos saltos además, registran severos impactos en todo el andamiaje social de sus entornos directos e indirectos, locales y globales.
Se trata entonces de que ahora, como nunca antes, el avance del conocimiento registra connotaciones éticas, económicas, jurídicas, políticas y, por supuesto, ideológicas. Y no es que estemos politizando o estemos dando un perfil estrictamente ideológico al campo del saber, en nada vinculado a la política o la ideología. Es que el avance del conocimiento ahora registra matices de importancia trascendental para toda la concepción de la vida, del hombre, de lo humano, de la convivencia social.
Unos ejemplos vividos durante los últimos meses del siglo XX servirán para ilustrar lo que se plantea. En junio del 2000 fue presentado al mundo por el Primer Ministro británico Antony Blair y el Presidente de los Estados Unidos de América William Clinton, el primer acercamiento a un mapa del genoma humano. Ya se gestaban concepciones según las cuales la información que brindan los códigos genéticos pueden dar luz para caracterizar a las personas aspirantes a determinados empleos, y sacar conclusiones por parte de los empleadores acerca de su talento, capacidad, estados de ánimo, espíritu emprendedor, entre otras cosas. A partir de esa información, se podría decidir si la persona en cuestión sería merecedora o no de ese empleo. De esta manera alguien podría saber desde su nacimiento para qué ha quedado predestinada en la vida. La influencia de las relaciones sociales en la conformación y transformación de la personalidad queda en el olvido.
Las consecuencias éticas e incluso de connotación política de los tratamientos de fertilidad que parecen conducir a partos múltiples, como el que se estuvo sufriendo en Italia en los últimos días del siglo XX, llegan a conmocionar a la opinión pública no sólo del país escenario de cada amarga experiencia, sino de toda la parte enterada del planeta. En los primeros días de octubre de 2002 recorrió el mundo la noticia de una pareja en Colorado, Estados Unidos, que había seguido el proceso de selección genética de un hijo para que con sus células pudieran salvar a la hermana que padecía de una enfermedad genética de la médula ósea. Así surgió una importante práctica médica para atención a pacientes en fase terminal, pero también con él surgió el dilema del destino a dar a los embriones que no pasaron el test genético. ¿Pretenderá alguien que esos embriones puedan ser congelados en tanques de nitrógeno líquido hasta que se donen a una pareja estéril? ¿Es sensato generar 15 embriones y un bebé para obtener unas cuantas células? Y además, si esto es aceptado, se puede preguntar: ¿cuántas parejas del tercer mundo podrían aspirar a un tratamiento similar ante similar padecimiento?, más aún, ¿cuántas parejas del tercer mundo se enterarán de esta posibilidad que brinda la ciencia? Son estos cuestionamientos cruciales que se presentan ante la humanidad que irrumpe en el nuevo siglo. Son, como se aprecia, no exclusivos del ámbito de la ciencia, sino integradores de todo el andamiaje social.
La pregunta moral radica en qué hacemos, cómo actuamos con las transformaciones que nos brinda la ciencia. Los científicos son parte de una sociedad que tiene normas y tienen responsabilidades ineludibles, como por ejemplo, hacer el bien, y esto se sustenta en la presunción de que del hombre bueno se presumen buenos actos, sin embargo, no es lo mismo la búsqueda del ser bueno que el esfuerzo por hacer el bien. La pregunta moral del cómo hacer el bien, implica una condición de apertura hacia los demás.

Infancia: Mi papa y mi perro


Amanecer en la pampa


jueves, 2 de septiembre de 2010

La Familia



80 años de historia, 80 años en una familia de clase media en Roma y una vida entera recordada por Carlo, el protagonista. La historia de La Familia, con tres personajes principales, se desarrolla entre conflictos y sorpresas en las que los personajes se van definiendo y toman parte en la vida del espectador. El resto de los personajes, el abuelo, el padre, la madre, las tres inseparables tías solteras, el hermano, la criada enamorada del hermano, y sucesivas generaciones, forman una escena llena de sentimientos, simpatía y sobre todo vida

Nos habiamos amado tanto


El italiano Ettore Scola formó parte de aquella generación de cineastas que ganaron notoriedad como recambio de los grandes y personales autores que dominaron el panorama del cine de autor en el país del mediterráneo. Pero el suyo ha sido un cine definido por la gran tradición social y humorística que cineastas como Dino Risi o Mario Monicelli hicieron en los 50 y 60. De esa gran tradición y estilo dio cuenta con esta emblemática cinta, homenaje mayor a ese mundo de sueños y su tránsito por el convulsivo cambio de épocas. A través de la historia entrañable y ocurrente de tres amigos es que la película nos transporta por la historia de la Italia moderna y de su cine tan identificable como pocos. Extraordinaria crónica de tono nostálgico en la que el tránsito del aprendizaje, los ideales y la madurez son representación y celebración misma de sus estrellas Vittorio Gassman y Nino Manfredi en la plenitud de sus talentos y que fueron testigos de aquellas décadas de apogeo, aunque no hay que dejar de lado a los recién emergentes en ese momento Stefano Satta flores y la bella Stefania Sandrelli, que resultan tan inolvidables como el par de monstruos. Inspirado como muy pocas veces antes y después, Scola nos transporta por un viaje de conocimiento y transformación tan fascinante como las más exigentes cintas de Visconti y Bertolucci de aquellos años sólo que más divertido.Gianni, Antonio y Nicola son los tres camaradas protagonistas de esta historia. Un encuentro en tiempo presente será el raudo y desconcertante momento (como preparándonos para una película de ritmo incesante) a partir del cual conoceremos sus particulares historias desde los agitados días de la Segunda Guerra, pasando por sus encuentros y desencuentros a través de los años. Son personajes delineados como representantes cada cual de un segmento de la sociedad. Gianni es el abogado, profesional pujante y arribista, Antonio es el despreocupado, sencillo y bonachón; y Nicola será el intelectual fiel a las causas e ideales, inconforme y disgustado (convertido por añadidura y afición en crítico de cine). Tal diferencia dejará de ser tal con la aparición angelical de la bella Luciana. Este tránsito vital le sirve a Scola para crear un notable ejercicio del género que más le fascina, a la vez que simbolizar la rápida y desmedida transformación de su país. Pocas películas tan conscientes de los códigos en los que se asienta su estilo pero que a la vez los consigue plasmar en toda su esencia y con una lucidez sorprendente.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La cinta blanca


La cinta blanca transcurre en los meses previos a la primer guerra mundial, pero mostrando a una generación que fue protagonista de la siguienta guerra, la de Hitler.Eso es lo más interesante de la historia, y es lo que quiso mostrar el director al contarla.No es una trama apasionante por algo en particular, ni tampoco van a encontrar una línea sobre algo específico.Sin embargo, va contando distintos hechos en un pequeño pueblo, con todas las clases sociales concentradas en un pequeño espacio, y conociéndose todos.A simple vista podría ser un relato lento, pero ahí es donde el guión marca una diferencia, con distintos hechos que la pueden acercar un poco a una película de suspenso, y de esta manera haciendo pasar con buena y regular velocidad las dos horas y monedas que dura toda la historia. La película es una Polaroid de una sociedad, que a la distancia uno puede notar el grado de intolerancia, discriminación e hipocresía que fluyó naturalmente para que un tipo como Hitler llegara a ser elegido por el pueblo alemán como su líder. Y al ser un reflejo de un momento, no tienen que esperar un final super claro y revelador, ya que toda esta historia termina casi 30 años después.Una película como Traffic de Soderbergh también fue la muestra de algo que sucedía o sucede. Son historias de las cuales uno ya sabe datos secundarios y las consecuencias de la misma. No confundamos con esas películas, donde el director dice que quiere dejar al espectador reflexionando… y lo que sucede es que uno se pregunta en realidad para que se hizo.La cinta blanca cumple con su propósito con creces, y no aspira a más nada.Además visualmente es maravillosa, con su blanco y negro que no tiene grandes contrastes, pero que es de una suavidad y pureza que no debe haber sido casual.El director se luce con el uso de la cámara, que no es para nada “moderno”, pero que no deja de seguir a los personajes, mostrando perfectamente sus rostros o el entorno que los rodea.La cinta blanca está claro que no será pasión de los grandes públicos, pero es una película que justifica todos los premios internaciones importantes que tiene.

Vicky, Cristina, Barcelona



Woody Allen dijo que su película seria una carta de amor a Barcelona. Yo estoy de acuerdo además de ser una crítica a la sociedad norteamericana y diría que occidental, sociedad esta extremadamente consumista sin verdaderos valores. Ayer por las noche cuando salí de la clínica donde esta internado mi hermano, fui a verla nuevamente, me divierte rever algunos filmes que me gustaron, uno descubre ya más relajado pequeños detalles que se le pasan por alto, como uno relee varias veces un libro o escucha millones de veces una música determinada. Llovía, estaba algo fresco, pero Buenos Aires olía a verano, estaba luminoso, las luces se reflejaban como estrellas sobre la ventana del taxi que tome hasta el cinema.
Sin ninguna duda debía ser Barcelona la ciudad donde se filmara, no solamente por sus planos de los rincones y monumentos más conocidos, sino por las referencias de la ciudad en los diálogos, en sus personajes, (bohemios algunos pero cultos todos), en el ambiente y la frescura que respiran las escenas… todo es correcto y agradable en la Barcelona de Woody Allen.
Pero… ¿y la película?.
Leí hace unos días, que la crítica americana consideraba que era su mejor trabajo en años. Pues también estoy de acuerdo. Aunque la critica americana en cine sobre todo cuando de trata de directores como Allen es dudosa.
Me parece que Vicky, Cristina, Barcelona, es un film, por un lado, típico de Allen, una película costumbrista en la que todo gira alrededor de unos personajes opuestos entre ellos y con los pensamientos propios de cada uno en cuanto a relaciones personales y sexuales se refiere. Me pareció un filme que realmente moviliza, activa el espíritu, sobre todo propone que es lo hacemos con nuestra vida, el amor, las cosas que queremos ser y las cosas que no hacemos por miedo o que simplemente nos resignamos a no buscar la felicidad. Por otro lado es un film atrayente, agradable, simpático, interesante y sobre todo, es un film que no decae en ningún momento, (de la hora y media de duración).
Personalmente me ha encantado. No porque me gusta mucho Barcelona, simplemente porqué me encantó.
Su frescura, que antaño era más habitual, vuelve a verse claramente en Vicky, Cristina, Barcelona. Es curioso ver lo que puede dar de si la relación de 4 personajes, (dos turistas americanas, un pintor bohemio y su exmujer).
Si la película estuviese rodada en París, Londres o Madrid me hubiera gustado lo mismo.
Personalmente, aunque haya opiniones que digan que es una comedia, para mi es un conjunto de situaciones que se acercan más al drama que a la comedia, si es verdad que algunas escenas llegan a ser divertidas por lo real o irreal de la situación.

Soy rio


Rio que corre por las verdes praderas
Pasa entre montañas besa las playas de arena
Soy rio
Caudaloso rio, lleno de vida
Soy rio, camino de agua,
Rio serpenteado por la tierra
Rio de agua fresca
Sin sed
Rio a veces calmo en los remansos
Rio a veces vertiginoso en las corrientes

Tu eres mar
Maravilloso mar que abarca continentes
Claro mar, el de tus ojos
Tambien besa la arena de sus playas
Profundo como tu
Mar
Imponente
Majestuoso
Calmo
Bravo
Mar al fin, tu eres mar
Yo soy rio
Indefectiblemente este rio,
Este rio busca desesperamente ese mar
Duerme el rio en paz
Duerme en el seno del mar
Pero el rio sigue siendo rio
Y el mar sigue siendo mar

Poeta de luna

Cassino agosto de 2010

La memoria de los ojos


Si se pudiera amar como volar
Nadie puede volar, si el aire amor fuera
Nadie puede amar si no vuela

Los ojos tienen memoria del amor
Los ojos saben del vuelo
Y de la caída
Los ojos tienen memoria de los besos
Los ojos tienen memoria de los húmedos labios
Duele saber como recuerdan los ojos las carisias
Los ojos recuerdan la cara de un torturador
Salvaje e implacable con dolor
Los ojos recuerdan la cara de la mujer amada acercándose
Aproximando sus manos y sus labios a esos mismos ojos
Los ojos tienen memoria de la tibieza de la cama compartida
Los ojos tiene memoria de los paisajes compartidos
Los ojos recuerdan el cuerpo de esa mujer amada
Desarmado enzima del cuerpo que llevan los ojos
Los ojos tienen memoria de la ausencia
Los ojos son como pájaros, recuerdan el vuelo gentil
Pero, por un momento dejan el nido
Vuelan en la búsqueda de lo que nadie sabe
Los ojos son pájaros que dejan el nido vacio
Los ojos tienen memoria y los recuerdos vuelven al nido
El nido vacío ahora lleno de recuerdos
Los ojos tienen recuerdo de la muerte
Los ojos tienen recuerdo de la vida

Poeta de Luna
Cassino, Agosto de 2010

Muéstrame el camino, dame tu mano




Muéstrame el camino, dame tu mano
En esta tierra árida de penetrante soledad
Apareciste de la nada, caíste de un cielo estrellado
Es esta luna la del tiempo
Esta luna que se refleja en tu piel
Eres tú la de los seres que sueñan
Es este sol la fuente de la vida
Es esta vida la fuente de la muerte
Será la ilusión un sueño
La realidad una ilusión
Muéstrame el camino, dame tu mano
Será que esta aconteciendo la vida sin el vuelo,
De un pájaro asustado sediento en búsqueda de luz
Será que seré yo mismo el que esta aquí ahora, escribiendo
Deambula mi cuerpo por el mundo, deambula
Deambula mi mente entre millones de redes interiores
Deambulan mis neuronas
Las motoras que me movilizan
Las sensitivas que me placen
Muéstrame el camino, dame tu mano
Hablan tus ojos claros y profundos
Hablan tus ojos sobre cosas que no entiendo
No entiendo pero siento que estoy yo en la palabra de tus ojos
Muéstrame el camino, dame tu mano
Será que tus ojos claros y profundos son palabras
Apareciste de la nada, caíste de un cielo estrellado
Apareciste como un ángel que cura mis heridas
Laceración del tiempo que tus ojos curan
Muéstrame el camino, dame tu mano
Acompaña mi caminar iluminado por la luz de tus ojos claros y profundos

Poeta de Luna

Cassino, agosto de 2009